Faustino Medina
A mí me encanta el cine y este exquisito gusto se desprende, sin dudas, de mi amor por la literatura y, en específico, de mi pasión por el relato. Ya lo decía Roland Barthes: el mundo está hecho de relatos. Por eso, quiero robarles unos minutos para hablarles de una de las mejores producciones, según yo, del gigante del streaming Netflix. Les hablo como ya vieron en el título de La balada de Buster Scruggs.
Por si me están leyendo algunos entendidos en la materia, no se me aburran, pronto voy a lo que, seguramente, les interesa. Pero antes déjenme, por amor al prójimo, apuntar algunos datos técnicos de esta movie. Primero lo primero, La balada de Buster Scruggs es una producción de Annapurna Television, Mike Zoss Productions y Netflix. Este largo metraje se desarrolla en ciento treinta y dos minutos. Además, cuenta con un reparto de primera: Tim Blake Nelson, Zoe Kazan, Tom Waits, James Franco, Liam Neeson, Harry Melling, Bill Heck, Brendan Gleeson, Tyne Daly, Jonjo O’Neill, Saul Rubinek, entre otros. Y, lo más importante, es dirigida por los talentosos hermanos Cohen (Joel Coen, Ethan Coen).
Ahora sí, hablemos de lo que pasa en la película. Trataré, dentro de lo humanamente posible, de no contarlo todo. Solo diré que en el filme se relatan seis historias. Todas ambientadas en el salvaje Oeste donde, ya ustedes saben, siempre hay hombres matando a otros. Por lo que en la película completa encontraremos mucha gente muerta; pero como ya pregunté en otro texto, son los hermanos Cohen, ¿qué esperaban? Quisiera dejarlo hasta aquí; sin embargo, ya imagino a cierta multitud quejándose de que, si mi intención es motivarlos a ver la peli, con este “chin” no lo lograré.
Pues bien, ¿más quieren?, ¡más tienen! En estas historias encontrarán muerte, injusticia, justicia, inocencia y una deliciosa ironía. De eso se trata el humor negro, ¿no? Empecemos con esto último. El relato uno y dos están construidos, fundamentalmente, con este recurso. Los directores nos presentan, por un lado, cómo un sujeto que es un prodigio del canto y las armas se ve muerto por otro más rápido y, para colmo, con mejor voz que él. Tenemos, en este caso, un héroe atípico. Uno que deja la escena de una manera bastante simple. Por otro lado, resulta irónico que un ladrón de bancos, condenado por ese crimen, se libre de la muerte para luego ser ejecutado por la infracción de su salvador.
Si aún no están viendo la película es porque seguro quieren saber, como dice Franco de Vita, de qué va el tercer relato. Miren este es bastante triste e injusto. Con el perdón de los presentes, en este caso voy a ofrecer más detalles. En él se expone la relación simbiótica entre dos hombres. Bueno, tal vez, lo más correcto, aunque algunos se molesten, sería decir: entre un hombre y medio. Estos sobreviven viajando de pueblo en pueblo presentando, en una especie de mini teatro, las historias del medio hombre quien posee dotes de orador. Los pueblerinos se sientan a escucharlo y, al final, colaboran con algunas monedas. Con ese dinero se alimentan. No obstante, las cosas se complican porque la gente deja de interesarse en este entretenimiento. No lo dije antes, pero el orador carece de manos y piernas, no puede valerse por sí mismo. Ante esta situación, el otro decide cambiarlo por una gallina “especial” y se desase de su compañero de la peor manera.
Me estoy emocionando demasiado, fíjense, he tenido que pasar a otro párrafo para comentarles el cuarto relato. Prometo menos detalles para que no me sigan acusando de “spoileador”. Se trata de un anciano buscador de oro. Después de varios días o semanas logra encontrar una buena cantidad. Todo parece perfecto hasta que un delincuente le dispara por la espalda e intenta robarle. Pero, por un acto divino o algo así, el viejo logra levantarse y matar al bandido. Ante esta historia, muchos dirán: por fin, un cuento donde se hace justicia.
Con la alegría que el relato anterior dejó en algunos corazones pasemos al quinto. En este prevalece la inocencia y la ironía. Aquí la historia se centra en una jovencita que pierde a su hermano camino a otro pueblo. En el trayecto se compromete con uno de los dos encargados de cuidar la caravana. El problema aparece cuando la muchacha se separa del grupo y va en busca de su perro. El cuidador más viejo sale detrás de ella y cuando la encuentra se ven rodeados por “salvajes indígenas”. El hombre le da un revolver y le dice que, si él muere primero, se pegue un tiro en la cabeza. Ya se pueden imaginar, el anciano cae herido y la inocente jovencita se suicida antes de que este vuelva a ponerse en pie y, lo peor de todo es que, se habían librado de la amenaza.
Ya casi termino, tranquilos. El último relato se centra en la muerte, no como un evento físico sino metafísico. Lo digo porque lo que se representa en este es el viaje hacia un más allá simbolizado por un hotel bastante sombrío. Estoy seguro de que ustedes, con su gran sagacidad, irán descubriendo las pistas y reconocerán, sin problema, todo el simbolismo de este último cuento. Sé que estarán de acuerdo con que ha sido suficiente por hoy. Ahora solo queda que miren la película y me digan qué se me ha quedado.