Cuando una persona habla, lo hace siempre con la intención de alcanzar un propósito. La acción discursiva no se produce de manera arbitraria, sino que responde a un motivo esencial e inseparable que la impulsa. Este mismo principio se manifiesta en las formas expresivas del arte, particularmente en la literatura, y de modo aún más intenso en la poesía. En tal sentido, en lo adelante revisaremos algunos versos de Pablo Neruda que pueden contener descortesía verbal.
Desde la perspectiva de la pragmática lingüística, la descortesía verbal se entiende como todo enunciado que puede resultar ofensivo, hiriente o degradante para una persona o grupo social. Se trata de un acto intencional y consciente, en el que el hablante busca dañar al destinatario o generar un escenario de confrontación (Culpeper, 2011). Este tipo de discurso puede manifestarse de manera directa, a través de insultos o expresiones explícitas, o de forma indirecta, recurriendo a recursos retóricos como metáforas, comparaciones, ironías o insinuaciones (Kaul de Marlangeon, 2012). La descortesía, en consecuencia, no solo refleja un comportamiento verbal individual, sino que también revela dinámicas de poder que se ponen en juego en la interacción comunicativa (Bravo, 2005).
Tomando los planteamientos anteriores como base teórica, revisaremos estos versos:
- “Me gusta cuando callas porque estás como ausente, / distante y dolorosa como si hubieras muerto” (Veinte poemas de amor y una canción desesperada, 1924) → Silenciamiento y anulación.
- “Oh maligna, ya habrás hallado la carta, / ya habrás llorado de furia…” → Insulto directo.
- “Ya habrás mordido pañuelos y clavos, / ya habrás calcificado el lodo con tus lágrimas”. (Tango del viudo, Residencia en la tierra, 1933) → Ridiculización del sufrimiento femenino.
- “Sin embargo sería delicioso / asustar a un notario con un lirio cortado / o dar muerte a una monja con un golpe de oreja”. (Walking Around, Residencia en la tierra, 1933) → Agresión directa y violenta.
- “yo te torceré el cuello, / te coseré los ojos, / cortaré tu mortaja”. (Oda a la tristeza, Odas elementales, 1954) → Violencia simbólica.
La descortesía verbal se configura como un recurso expresivo que tensiona el vínculo entre el yo lírico y aquello que lo rodea, ya sea el amor, la sociedad o las emociones. En (1) se evidencia un silenciamiento y una anulación de la mujer, pues este verso puede entenderse como un intento de convertir al personaje femenino en un sujeto pasivo y sumiso. Por su parte, en (2) aparece el insulto directo —“maligna”—, lo que refleja un claro desprecio hacia la mujer representada en el poema; mientras que en (3) se ridiculiza su sufrimiento mediante imágenes grotescas. En (4) la descortesía adopta la forma de una agresión surrealista dirigida contra símbolos sociales y en (5) la emoción abstracta se transforma en un enemigo concreto al que se agrede con violencia simbólica. En conjunto, estas expresiones demuestran que la descortesía en Neruda no es gratuita, sino una estrategia estética que revela su conflicto con el amor, la existencia y la sociedad a través de un lenguaje crudo y provocador.
En conclusión, la descortesía verbal identificada en los versos de Neruda evidencia que el yo lírico busca imponerse sobre los personajes aludidos en los poemas. Estos enunciados resultan violentos y pueden afectar de manera significativa la imagen social de sus interlocutores. Reconocemos que no es posible asegurar que esa haya sido la finalidad del autor; sin embargo, una vez publicados, los textos adquieren sentidos que trascienden las intenciones originales de su creador. No hemos planteado verdades absolutas, sino una propuesta de lectura. Si tienes otra interpretación, estás en tu pleno derecho.
Referencias
- Bravo, D. (2005). Cortesía y descortesía: teoría y práctica de un campo de investigación. Editorial Dunken.
- Culpeper, J. (2011). Impoliteness: Using language to cause offence. Cambridge University Press.
- Kaul de Marlangeon, S. (2012). La descortesía verbal en español: un marco de estudio. Editorial Dunken.