Lo que proponía Enrique Dussel acerca de la praxis del proyecto de liberación pedagógica 

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Prof. Franklin Omar Vargas 

El 5 de noviembre de 2023, la comunidad académica experimentó el desagradable momento del fallecimiento de uno de los intelectuales más relevantes del siglo XX y  XXI. Enrique Dussel se destacó por sus grandiosos aportes, todos dirigidos a construir una América Latina renacida, enfocada en sus propios orígenes, sus pilares y construir un camino ideológico que conduzca hacia su descolonización epistémica.

Sustento de la filosofía de la liberación

La filosofía de la liberación se sustenta en las reivindicaciones sociales, la liberación del oprimido y críticas a las estructuras de poder, las tres en ese mismo orden. Otros autores como Paulo Freire, Ivan Ilich, Anibal Quijano y Gustavo Gutiérrez también son conocidos por ser los grandes impulsores de una filosofía que niega todo tipo de opresión física, humana, cultural y cosmogónica. El texto de la filosofía de la liberación de Dussel aparece por vez primera en 1977. El autor ofrece herramientas dirigidas a enfrentar el fratricidio, uxoricidio, filicidio, la violación a los derechos humanos, la segregación racial, pero, sobre todo, planteó desarrollar ampliamente la crítica al eurocentrismo y la modernidad, buscando dentro de la escencia de América la gran oportunidad para alcanzar la descolonización mediante la crítica. 

1 – El pueblo. Dussel describió un pueblo que no goza de sus garantías como materia prima del Estado, debido a que Latinoamérica todo el tiempo ha malinterpretado y fetichizado el poder, considerando que está en manos de la élite colonizadora y explotadora. Ese pueblo del que habla Dussel es uno oprimido, desconsiderado, de cultura aniquilada y sometido por el sujeto bancario (el hombre capitalizador). Para la liberación de este pueblo, suponía que él mismo debía ser liberado mediante un proceso pedagógico transformador,que buscará identificar al individuo revolucionario que proclame la dignidad y la descolonización epistémica. 

2- El proyecto y praxis de liberación pedagógica busca contrariar al proyecto de dominación que busca aniquilar la cultura de las clases menos privilegiadas. Una vez esas dos fuerzas se ven de frente, el proceso revolucionario ya ha dado inicio, la medición de fuerza epistémica la ganaría, no quien tenga más poder económico, sino quien tenga más voluntad de existir en plena libertad. El oprimido busca ver nacer su dignidad existencial y el opresor (el sujeto bancario) busca mantener su hegemonía sobre el oprimido. 

3- La conciencia del libertador pedagógico, ¿cualquier sujeto escondido dentro de los suburbios de un pueblo, puede liderar esta liberación? Dussel fue bien claro al decir que el sujeto liberador debía estar consciente de su papel, de su clase, con conciencia de pueblo, de sí y para sí, conciencia crítica y el gran espíritu del propósito que no es más que la liberación del oprimido. 4- El libertador pedagógico debe pasar por un punto de quiebre, Dussel 2011 citando a Frantz Fanon, quien decía que “(…) en una primera fase, el intelectual colonizado prueba que ha asimilado la cultura del ocupante (imperial); en un segundo momento el colonizado se estremece y decide recordar; por último, en un tercer periodo llamado de lucha, el colonizado tras haber intentado perderse en el pueblo, perderse con el pueblo, va por el contrario a sacudir al pueblo. En vez de favorecer el letargo del pueblo se transforma en el que despierta al pueblo». 

Ese pueblo sometido tiene una particularidad que es lo que hace que el proceso sea más complejo: 5- el pueblo no está consciente nunca de que está atado a las cadenas de la colonialidad. Por eso el proceso didáctico debe ser llevado a cabo por un escabullido de las masas, pero que al tener conciencia de sí, se logra diferenciar de los demás y nace como líder. 

El liberador pedagógico 6- no necesariamente debe ser una energía singular, puede ser un movimiento, aunque los movimientos siempre empiezan por la singularidad numérica y luego se convierte en colectivo imparable, de fuerza de voluntad y la misma se da sistemáticamente gracias al liberador pedagógico. 

Enrique Dussel confiaba plenamente en el ejercicio pedagógico como medio para alcanzar la liberación de los pueblos de América Latina, pero otra de sus preocupaciones también ha sido que se debe luchar primero contra el sistema que rige las escuelas, ya que el mismo es quien se encarga de mantener normalizado dominación epistémica, es por eso que se atribuye el maestro una labor casi mesiánica. El proyecto y praxis de liberación pedagógica es una de las grandes apuestas del autor, ya que es la única gran estrategia que puede hacer sucumbir la hegemonía opresora. 

La esperanza de liberar a Latinoamérica del atraso, la dependencia, colonialidad, corrupción, subdesarrollo productivo y comercial y la débil institucionalidad no se logra sólo desde la pedagogía, sino también desde la voluntad de las esferas de poder y para eso hay que desfetichizar el poder. Hay que tomar en cuenta que estas conductas (la colonización) ya forman parte del ADN de la región, el trazo latinoamericano es una condición sui géneris, lo que nos hace pensar que si estamos hablando de un fenómeno cultural, entonces, no hay nada que crear ni transformar: la cultura no se crea, no se planifica, ni se transforma, “ella surge”.

Faustino Medina

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